Desde 1983, definimos la enfermedad alimentaria como “la pérdida de la salud por el consumo moderado de alimentos en buen estado”. Esta definición cumple todos los requisitos, ya que significa que la patología no es debida a una comida en mal estado, sino por una intolerancia o alergia por parte del paciente.
Las tres principales enfermedades alimentarias son:
Estas dos últimas patologías han de ser en un futuro reconsideradas, ya que muchos pacientes diagnosticados de intolerancia a la lactosa o al gluten que acuden a las consultas no evolucionan bien con dietas exentas de estos dos productos.
Dentro de los síntomas alimentarios, los más frecuentes son los síntomas histamínicos no alérgicos, que pueden ser de dos tipos:
La HANA se debe generalmente a defectos en el tubo digestivo que no permiten una correcta digestión de alguna o varias proteínas, comportándose éstas como histaminoliberadores de forma discreta (no como en las reacciones alérgicas). Así pues, la histamina se va acumulando y, después de un tiempo variable, produce los síntomas.
Empezamos a observar en nuestro laboratorio esta patología a principios de 1980, al ver que pacientes no alérgicos podían liberar histamina y producir síntomas diferentes a los alérgicos. A lo largo de la investigación, se han llegado a correlacionar síntomas muy frecuentes con la HANA.
En la actualidad, los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son:
Se convoca a todos los/as socios/as de la SAEIA a la Junta Extraordinaria que se celebrará el
Lunes 14 de abril, a las 9:00 a.m. en primera convocatoria, y a las 9:15 a.m. en segunda
convocatoria, de manera online.